Raúl es un
periodista que desde su infancia le ha apasionado descubrir cosas nuevas y de
aquí su profesión.
Al crecer le
interesaron nuevas cosas, por lo que se informó más, su familia se alegraba
mucho de verle tan feliz al investigar tanto.
Hoy en día es un
periodista de la cadena mediaset, él es feliz con su trabajo. El día 24 de
enero su jefe lo mando a Japón para hacer un reportaje sobre la cultura
japonesa.
Estaba muy
entusiasmado, ya que desde muy pequeño quería visitar Japón e investigar más
sobre alguna de sus ciudades que le parecían tan enormes y misteriosas.
Una mañana se
encontraba en el Santuario Meiji
Jingu entrevistando a un monje, al
finalizar la entrevista salió fuera y de repente vio un hombre tirado en el
suelo que necesitaba ayuda y fue a ayudarlo.
Se fijó en
su vestimenta, le pareció realmente interesante. Por lo visto ese señor se
desmayó por el calor que hacía ese día, lo llevó hacia una fuente cercana y le
ayudó a beber agua, el hombre muy agradecido, le sonrió.
Y se
presento y le dijo que era el padre de una geisha llamada Akari y quería
presentársela y los presento y se conocieron y hoy en día son pareja.
En resumen
Raúl aparte de que quería ir a Japón
también quedo como un héroe muy recordado por los monjes en aquel
templo, incluso su jefe lo ascendió.
Pasó un
tiempo en Japón, y después de unos años, se trajo a su pareja a enseñarle
España, por lo que ella aceptó encantada y se quedaron viviendo en España.
Después de
unos años la hermana de su mujer se casaba y recibieron su invitación en Japón
para el 1 de mayo que se celebraba la boda.
Raul y su
mujer fueron un dia antes para llega puntuales , cojieron el avion con destino
a la tierra de su mujer, japon. Fue un viaje tranquilo ya que fueron por una
compañía de aviones muy segura, tardaron 16 horas en llegar a su destino, al
llegar al aeropuerto la hermana de su mujer y su marido los estaban esperando
alli.
Se presentaron
de forma muy agradable Raúl y la hermana de su mujer Ayako, Raúl y su mujer
esos días se iban a quedar en casa de Ayako hasta que la boda terminara.
Se fueron
en el coche de Ayako hacia su casa, Raúl se sorprendió mucho de esa parte de
Japón que nunca había estado así que disfrutó mucho el viaje aunque a su mujer
se le hizo cansado ya que ya había estado por esa parte de Japón pero aun así
le gustó.
Llegaron a
la enorme casa de Ayako con unos jardines y estanques con peces tipicos de
Japón muy bonitos.
En la
puerta de la casa de Ayako estaba esperando su padre, el suegro de Raúl.
Raul se
sorprendió mucho ya que gracias a él conoció a su mujer.
Ayako los
llevo a su habitación donde iban a estar estos días, una habitación muy grande
y acogedora, con unas paredes muy bonitas con mosaicos típicos de allí.
Estaban
muy entusiasmados por la boda de su hermana, y Raúl también por haber vuelto a
Japón y apreciar lo bonito que es. Se acercaba la boda de Ayako, y se le notaba
muy nerviosa, Akari intentaba calmarla, aunque ella sinceramente también estaba
bastante nerviosa, ya que se alegraba mucho por ella, apenas pudieron echar ojo
esa noche. Al día siguiente estaban dándole los últimos retoques de la boda, y
Ayako ya se estaba preparando con el maquillaje, el pelo y la vestimenta, todos
la veían preciosa. Llegó la hora de la boda y estaban todos muy contentos de
verla así de feliz, todo salió genial, más tarde fueron a Tokio y pasaron por
Fukuoka, Raúl quedó asombrado por lo bonito que era todo aquello, cada vez le
sorprendía más Japón. Luego Ayako y su prometido se fueron solos por Tokio, por
lo que Raúl y Akari volvieron a casa de su padre. Su padre estaba un poco asustado y nervioso, aunque
haya pasado ya la boda, por lo que Akari quería estar un rato a solas con su
padre, Raúl les dejó a solas para hablar, mientras admiraba las hermosas vistas
de su jardín hacia el exterior, dándose cuenta de lo mucho que le gustaba
Japón. Después de pasar varios días en Japón, volvió a España con su mujer, su jefe estaba muy orgulloso de él al ver que tan solo ir a Japón a hacer un pequeño reportaje o resumen de como era aquello, haber ido a tantos lugares y además empezar una nueva relación con una familia, le parecía impresionante. Su jefe le dijo que era de los mejores periodistas que tenía en la empresa e hicieron muy buenas migas. Incluso le pidió que si podía acompañarlos a él y a su mujer a Japón cuando fueran a ir de nuevo, por lo que él tan encantado le pareció genial, para él las cosas no podían ir mejor.
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